El periódico de mayor tirada de nuestro país está haciendo un serial diario dedicado a deportistas que en otra época fueron dioses .En la actualidad han acabado con los huesos en la cárcel, en la morgue o en la nada ,también conocida como olvido .Esta introducción resume brevemente la película de Darren Aronofski «The wrestler», cuando tu momento ha pasado .
Cuenta la vida de Randy/Robin Radzinski ,una estrella de la lucha libre americana ,cuyos éxitos profesionales sucedieron muchos años atrás .Randy malvive en una roulotte ,enmarañado en sus recuerdos con la única compañía de unas gafas ,un audífono ,un pequeño libro y uno de los modelos de videoconsola (NES) de ocho bits. El film narra pequeñas cosas sencillas, tan reales y autenticas que hacen que el espectador participe en la historia. «The wrestler» es un drama con mayúsculas, pero no una sucesión de desgracias a cada cual peor, es una línea descendente en un gráfico y cuyos puntos más altos son solo para coger más altura en su caída.
Desde el principio sabes cual va a ser el desenlace y aún así no le resta un ápice de interés .La vida real se refleja en cada secuencia.»El patetismo ilustrado» de la pseudo-convención de antiguas glorias de la lucha vendiendo merchandising , las idas y venidas de Randy atendiendo a la clienta anciana del supermercado, el baile que se marca en el bar rememorando las maravillas de los ochenta y maldiciendo los noventa ,la difícil elección de ropa de un padre que no conoce a su hija, la clase magistral de farmacología de su «camello de gimnasio», las heridas sangrando, en resumen todos los escenarios .las situaciones, los personajes, los detalles son absolutamente creíbles, dolorosamente reales. Los actores están sublimes, hacen que sus personajes transmitan humanidad y hagas propias sus emociones y miedos. Mención especial merecen las dos mujeres del film tanto Marisa Tomei (Cassidy) como su hija Stephanie (Evan Rachel Wood).
Hubiera pagado para que lo que yo estaba viendo fuera una película y cuando «Ram» coge el micrófono en el ring fuera para despedirse. Se hubiera marchado con Cassidy de la mano abandonando el recinto, fundido a negro y fueron felices y … Se sube a las cuerdas como había hecho miles de veces y con la cicatriz en el pecho se dispone a terminar el combate con su famosa llave y se lanza al encuentro con su destino.